Guardameta joven Hilary Samuel: resiliencia en su debut en el fútbol femenino de Costa Rica

La guardameta joven Hilary Samuel, de 19 años, protagonizó uno de los momentos más comentados del fútbol femenino en Costa Rica. Su debut como arquera titular de la Asociación Deportiva Moravia, enfrentando a un equipo histórico como Saprissa FF en la máxima categoría, se convirtió en una experiencia de aprendizaje y resiliencia ante la adversidad.

Fotografía Cortesía Prensa Deportivo Saprissa: Momento de resiliencia y aprendizaje: Hilary Samuel defiende el arco de la Asociación Deportiva Moravia en su debut ante Saprissa FF, enfrentando con carácter los desafíos del fútbol femenino costarricense.

Hilary Samuel, una de las arqueras jóvenes con más proyección en la liga costarricense, comparte cómo vivió los minutos previos a su primer partido como titular en la élite: “Me sentí nerviosa, ya que fue el inicio de una nueva etapa para mí, siempre he estado participando en Alto Rendimiento y es una sensación nueva pero muy emocionante”.

Ante el reto de enfrentar a rivales experimentadas, la portera de la Asociación Deportiva Moravia relata: “Antes del partido pensé en todo lo que alguna vez he pasado para llegar a este momento… durante el partido solo pensaba en hacer un esfuerzo máximo”. El resultado final, con 10 goles en contra, puso a prueba su fortaleza mental y el apoyo institucional de su club.

En el contexto del fútbol femenino costarricense, las pruebas más duras han sido un común denominador para muchas jóvenes arqueras que defienden el arco de equipos en desarrollo. La Unión Femenina de Fútbol de Costa Rica destaca que en el torneo Clausura 2024, la arquera Kiany Castillo también enfrentó momentos complicados con Pérez Zeledón, recibiendo una goleada de 12-0 contra Puerto Viejo. Estas historias demuestran que las goleadas abultadas no son indicativo de fracaso personal, sino el reflejo de la realidad deportiva de clubes en formación y la gran disparidad entre equipos.

Al igual que Castillo, Hilary Samuel debutó en condiciones adversas frente a un rival de alta talla como Saprissa FF, sumando a su experiencia el desafío mental y técnico de soportar una fuerte presión. Lo verdaderamente valioso no está en los goles recibidos, sino en la capacidad de transformar esa experiencia en un escalón para crecer, fortalecer su carácter y cimentar su camino hacia la élite.

En sus palabras, el verdadero aprendizaje para una guardameta joven no se reduce al marcador: “Aprendí que tenía en quién respaldarme, tanto en el entrenador como en las jugadoras, nunca me dejaron caer. Me di cuenta de todas las personas a mi alrededor que creen en mí y darían todo por verme triunfar… El verdadero ganador para mí es salir de situaciones complejas y momentos duros”.

Samuel resalta la importancia del respaldo del cuerpo técnico y sus compañeras: “Mis compañeras me dieron todo el ánimo y Paul (Mayorga) ha sido una pieza fundamental, ya que tiene confianza en mí y eso me hace entender que soy capaz, solo debo creérmela”.

La arquera joven mira al futuro con ambición, enfocándose en su desarrollo personal y deportivo dentro del fútbol femenino costarricense: “Mis retos personales son mejorar como persona, no solo como futbolista… quisiera ser alguien destacable y sé que lo lograré con esfuerzo y disciplina”. También resalta su sueño de establecerse como futbolista profesional y buscar una experiencia internacional o universitaria.

Para las nuevas generaciones que inician en el fútbol femenino y enfrentan situaciones difíciles, la guardameta Hilary Samuel deja este mensaje: “Todo es a su momento y sé que lo más difícil no es la situación sino cómo lo enfrentamos… hay que seguir luchando, es mejor saber que lo intentaste a pensar ‘si lo habría logrado’”.

Después de un debut como arquera en el máximo circuito, Hilary Samuel deja claro que las críticas no la definen: “Las críticas siempre estarán hasta para la mejor jugadora… pero sé que no me define como futbolista, tenemos días buenos y malos… solo me queda tomar de impulso todas las críticas, seguir adelante y demostrarme a mí misma que puedo lograrlo”.

El cierre de esta historia de fútbol femenino y aprendizaje bajo los tres palos queda bien resumido con las palabras del escritor Eduardo Galeano: “El portero siempre tiene la culpa, y si no la tiene, paga lo mismo… Pero cada atajada es una revancha, y cada experiencia un peldaño”.

Para Hilary Samuel, enfrentarse a la adversidad en el arco es apenas el inicio de una carrera que representa la esperanza, la formación y el futuro del fútbol femenino en Costa Rica.

Fotografía cortesía Prensa Deportivo Saprissa

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